Alerta de Spoilers: ¡¡¡SPOILERS!!! Also, les mentí, no hay sexo esta vez.
Recuerdo cuando se estrenó la primera temporada, un conocido se sentó a ver el primer episodio y pidió una pizza, pero ésta llegó después de esos cuatro episodios. En fin, de ahí hasta acá hemos pasado por varias aventuras “vampirescas”.
Fue un buen viaje, pero sí estoy de acuerdo con las opiniones de que fue un final muy feliz. De haber permanecido muerto, el sacrificio de Trevor hubiera sido un gran impacto, Héctor termina superando muy fácil el abuso de Lenore y bueno, lo que pasa con Drácula y Lisa.
El caso es que no es perfecto, pero para ser una producción inspirado en un videojuego les quedó genial, porque representa mucho de lo que me gusta de esta franquicia, acción, gore y seguir luchando.
Sin embargo, aunque esos fueron los elementos más apantallantes de la serie, el centro siempre estuvo en el auto-sacrificio, en ser mejor y en amar al prójimo, curioso, viniendo todo de Warren Ellis.
Ni lo defiendo ni lo ataco, ya tiene demasiadas acusaciones en su contra, pero lo veo más desde el lado de Netflix, que a pesar de todo, utilizaron el guion de Ellis (porque ya había terminado antes de las acusaciones) y lo acreditan como productor ejecutivo de la cuarta temporada. Por lo que han dicho sus otros productores, mantuvieron la visión original del escritor. Y en ese mismo sentido es curioso cómo el final desentona tanto con el tonto amargo de la serie.
Hay que apreciar que la serie es muy buena, el viaje es fantástico porque en primer aspecto la animación es hermosa, en segunda por la acción pero en tercer lugar por cómo avanzan los personajes con sus propios motivos, sí, algunos no son muy satisfactorios pero reflejan lo que somos los seres humanos, una bola de sangre con muchos sentimientos encontrados estrellándonos con cosas durante unos 60 años…
Me gusta lo que sucede con Alucard, que a pesar de ser defraudado por los seres humanos, no dejó de creer en ellos y llegó a un punto en el que encuentra felicidad. O Isaac, cuyo viaje lo hace replantearse su propia existencia y sus motivaciones.
Sí, la última temporada no es perfecta, el primer episodio fue un tanto enfadoso, hubo largos monólogos… pero al final, todo contó para mostrarnos nuestras mayores virtudes y defectos como seres vivos (y no tan vivos), nuestro deseo de crear y destruir debe encontrar un balance para progresar como sociedad.
Pero esto es el final del protagonismo de Sypha y Trevor, pienso que es lo suficientemente bueno para dejarlos en paz y que una nueva generación (o más vieja) tome su lugar en Netflix. A lo que me refiero es que hay planes de continuar con el universo de Castlevania, en otra época y con otros personajes, obvio sin Warren Ellis, pero ya el tiempo dirá si sucede o no.
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En un cambio de escenario, los invito a escuchar el podcast sobre Star Wars: The Bad Batch.