La película es peor de lo que recordaba
Mucho han cambiado las adaptaciones cinematográficas basadas en cómics en los últimos 20 años. Es solo ponerse a recordar el pasado y hay un año particular que podremos recordar con anhelo y es 2008. En 2008 tuvimos una de las mejores películas del hombre murciélago y de las mejores basadas en un cómic: «The Dark Knight». También fue el año que marcó el nacimiento del universo cinematográfico de Marvel con las peliculas de «Iron Man» y «The Incredible Hulk». Pero claro no fueron las únicas adaptaciones que salieron ese año y otra película que destaca entre todas ese año por ser la que más intentamos olvidar: «The Spirit».
Gracias a la cuarentena terminé topándome con este desastre que había olvidado. Y ni el tiempo le hace favor a esta película porque ha envejecido terriblemente mal.
De la trama no hay mucho que decir ya que es completo sin sentido. Denny Colt alias «The Spirit» se involucra en un caso policial en el que está involucrado su enemigo «Octupus» y lo ves yendo de aquí para allá en escenas sin mucho sentido, un montón de diálogos clichés, y homenajes a los cómics de Will Eisner que más que homenajes terminan siendo comedia de mal gusto. Todo sucede en casi 2 horas que se hacen eternas y a los 5 minutos de levantarte del sillón terminas olvidando todo. Creo que lo único que se podrá recordar del fin es ver a Samuel L. Jackson haciendo de un científico Nazi con su actuación más histriónica hasta la fecha (una idea tan brillante como retocar digitalmente el bigote de Henry Cavill en Justice League).
A día de hoy muchos no se explican como esta película terminó siendo lo que es. Frank Miller tomó las riendas de este proyecto justo después de haber codirigido exitosamente la primera película de «Sim City» junto a Robert Rodríguez (sin él la secuela de Sim City fue un desastre pero eso es historia para otro día) y consiguió varios actores de renombre en el reparto como Samuel L. Jackson o una joven Scarlett Johansson que aun ni fichaba con Marvel Studios.
Al final todos los problemas de esta película se pueden achacar a Frank Miller intentando replicar fallidamente casi toda la formula de Sin City y convirtiendo esta película en una copia sin alma. Todos los personajes se sienten fuera de lugar y ninguno destaca. Miller buscaba hacer un homenaje a la mayor obra de Will Eisner pero su resultado es algo que hasta el propio Eisner si estuviera vivo se lo hubiera tomado como un insulto.