Debo decir que éste tiene algo de especial y curioso, porque justo tenía unos días de haber terminado de leer el libro de Frankenstein cuando este cómic llegó a mis manos. Debo decir que me encantaron ambos y los sentí como una perfecta combinación. Y aunque no es necesario leer el libro primero, porque el cómic te explica lo importante, creo que le da un mejor sabor a la historia y se siente más completa.
Pero bueno Alive, Alive se trata de lo que sucede con el monstruo de Frankenstein cuando termina el libro, y en muchos sentidos diría que son caminos inversos que comparten muchas similitudes. Aquí el monstruo es rescatado, es llevado a un hogar y tratado con respeto, tiene un amigo que es a la vez una figura paterna que se encarga de nutrirle y ayudarle a crecer.
Pero eso también tiene efectos inesperados, pues el monstruo no es humano, sin embargo empiezan a florecer dentro de él nuevas ideas y emociones que lo convierten en algo distinto, pequeños pasos hacia “el ser”, no por las hechuras de otros, sino por el reconocimiento propio de sus deseos y su valor como ser vivo.
Y si sueno muy filosófico con lo que digo es porque el libro y el cómic abordan estos temas, la creatura de Frankenstein lucha constantemente por entender su lugar en el mundo, se siente lleno de dolor y desprecio, está atormentado por la relación que tuvo con su creador y las consecuencias de ésta, pero también está en conflicto con la relación con su nuevo “padre” que aunque es edificadora le hace cuestionarse al monstruo su posición moral ante los demás, ¿Cómo puede un asesino acusar a otros de serlo? El monstruo necesitaba hacer las paces con su pasado.
Y hablando de pasado, Steve Niles es el escritor del cómic, un místico creador involucrado en diferentes proyectos de terror como 30 days of night, Criminal Macabre o Winnebago Graveyard. Y del otro lado está Bernie Wrightson, en proyectos como House of Mstery, House of Secret y, poca cosa, co-creador de Swamp Thing. Tristemente murió sin poder terminar propiamente esta mini-serie y pidió que Kelly Jones completara las páginas del último número. Aunque la historia es bastante buena, el arte de Wrightson, lejos de ser “bello” lo hace a uno adentrarse en este horrible mundo y nunca se dejar de sentir el espanto en el que vive el monstruo.
Y aquí es donde me desvío para hablar del artista, en su juventud le dedicó siete años a hacer una adaptación gráfica a la novela de Frankenstein, ama al personaje y su historia, por eso se esmeró en hacer ese trabajo lo más perfecto que pudiera y eso lo volvía un poco loco, cosas de perfeccionistas. Pero también, unos años después tuvo un accidente en sus manos y bueno, las cosas no volvieron a ser iguales para él. Frankenstein nunca dejó de estar en la vida de Wrightson, pero junto a Steve Niles, Alive, Alive nació mejor de lo que él hubiera podido imaginar.
El final de Alive, Alive nos deja con una sensación de tristeza, pero es en realidad el inicio de la nueva vida del monstruo, deja atrás una leyenda de dolor y tragedia, de auto flagelación, y él sabe que necesita encontrar un camino que le brinde sustento a su alma, que aunque manchada está lista para un cambio, nuevos aires y por fin tener una familia.
Este cómic es hermoso de muchas formas y si algo de lo que dije aquí te gustó, te recomiendo mucho leerlo, realmente se siente como una continuación del libro, la trama parece completar la vida de la creatura y el aspecto visual ayuda a darle el tono adecuado a la historia. Algo así como Pinoccio Vampire Slayer, si se portan bien, luego les hablo de ése.