En nuestra nueva sección “Respeta los Clásicos” les hablaré sobre esta antigua película, que sí es malona pero te diré por qué sería bueno que la vieras, y no, no me refiero a ninguno de los remake, sino a la original.
La trama es simple, un tipo de pocas miras pero bonachón que trabaja como ayudante en una florería siembra unas semillas misteriosas que se convierten en una planta carnívora, pero no de las que comen moscas, sino carne larga (jeje), de hecho eso no fue gracioso porque come personas. El caso es que Seymour se mete en cualquier cantidad de problemas por alimentar a su inocente plantita que lucha por crecer en un mundo que no la comprende.
Independientemente de si la película se inspiró en tal o cual cuento, ¿acaso no es una fascinación humana pensar en monstruos que nos devoren? Por lo general se trata de inspirar miedo y que tengamos cuidado del mundo, pero acá es ridículo en otros niveles pues si bien el mayor problema es matar para alimentar a la planta, hay otras situaciones a las que sí les deberíamos de temer.
El jefe de Seymour por ejemplo, es un hombre amargado y lleno de resentimiento, tiene una florería que no vende (peor aún, ni le gustan las flores), es abusivo con sus empleados y anda queriendo echarse al plato a una jovencita. La madre de Seymour es una hipocondriaca que está enferma de todo y se la vive con remedios y drogas para los males que supuestamente tiene, por si eso no fuera poco tiene una relación de codependencia con su hijo.
También está el detective de homicidios, quien recién pierde a su hijo pero ni siquiera se da el tiempo de entender su propia desgracia, y por el otro lado, está la señora que todos los días va a comprar flores porque siempre hay un muerto en su familia. Y no hablemos de lo que hace ese maldito dentista, es el clásico monstruo listo a torturarte.
Todos ellos son representaciones de diferentes chistes y bromas, lo triste es cuando te conviertes en alguno de ellos, no necesariamente por ti mismo, sino por la gente a tu alrededor que no tiene la culpa de tus problemas.
Un detalle más para recordar es la actuación de un joven Jack Nicholson, interpretando a un masoquista demasiado dispuesto. Según dijo él mismo, el director no lo quería a él, así que se esforzó por hacer su papel lo más excéntrico posible, logró eso y más.
Quizás también se den cuenta que la mayor parte de la película transcurre en muy pocas locaciones. Eso fue porque la mayoría de los útiles, los sets, los equipos y hasta los actores son los mismos que recién habían terminado de grabar otra película (A Bucket of Blood), y además, ya que grababan en diciembre pero en enero empezaba un nuevo contrato con beneficios para los actores, se apuraron para hacerlo todo en menos de una semana.
Curiosamente, a pesar de todo el esfuerzo a marchas forzadas, el director no pensó que la película tendría éxito y no la registró con derechos de autor. Así que ahí anda, libre para el mundo, en toda su simplista gloria. ¿Ustedes ya conocían tremenda planta?