Hay magia en las historias. Magia en los acentos, magia en las comas, magia en los puntos finales. Hay una magia que se introduce por nuestros ojos y se mete directamente a nuestro cerebro y sale hacia un mundo nuevo que el escritor ha desarrollado solamente para nosotros, para los lectores.
Y existe otro tipo de magia que se logra en conjunto de un dibujante y un escritor. Diferente, única y especial que solo poca gente logra amar de la manera en que lo hacemos los amantes de cómics. Un amor de fusión. Un amor de una unión solida de un buen conjunto de palabras y un trazo adecuado al mismo, que no perfecto.
Por eso, nosotros, los amantes de esta magia, sus adoradores, le tenemos tanto recelo a las adaptaciones cinematográficas de nuestras historias. Queremos que sean perfectas, que con lo que ahora se mueve se retrate a la perfección (o lo más cercano a ella) las historias que causaron magia en nuestra mente con su quietud. Y sí, es posible. Se ha hecho antes. Superman de Donner, Batman de Burton y Spider-man 2 de Rami.
Superman (1978) dirigida por el gran Richard Donner nos trajo a la vida a un personaje que por su propia manera de ser, por sus poderes y por su incansable optimismo puede ser difícil para algunos escritores tratarlo o incluso comprenderlo lo suficiente como para darle el tratamiento y respeto que se merece. Pero Donner supo plasmar a la perfección el Superman que imperaba en esos tiempos con una historia sencilla pero cautivadora. Y con una actuación del tristemente finado Christopher Reeve que hasta la fecha sigue siendo una delicia poder ver en pantalla.
Batman (1989) del excéntrico Tim Burton plasmo en el celuloide su visión del Enmascarado Encapuchado y dio un nuevo estilo a las películas de superhéroes, uno más oscuro, que sigue resonando en la realización de este sub-genero de películas hasta el día de hoy. Y si, este Batman no es el Batman de los cómics. Es un Batman diferente pero una adecuada representación. Y una muy buena película.
Desde la lamentable Batman & Robin (1997) hubo un paro en la producción de películas de superhéroes. Con lo increíblemente mala que fue dicha producción, los estudios pensaron que hacer películas sobre cómics ya no era rentable y el género cayo en el olvido. Hasta el año 2000 cuando Byran Singer trato de revivirlo con sus X-Men que ligeramente reavivo la llama. Llama que terminaría por explotar debido al éxito y el ladrillo fundador de lo que es el UMC (Universo Cinematográfico Marvel, en inglés), Iron Man (2008).
Marvel Entertaiment, casa productora de todas las películas del UMC, ha sabido hacer películas para el gusto del público. Películas que plasman ese deseo de ser un niño otra vez y creer en los héroes al menos por unas 2 horas más. Desde su Iron man hasta Dr. Strange (2016) durante 8 años han sabido darle cohesión a un universo de películas y de personajes que, incluso, ha llegado hasta la pantalla chica. Teniendo trabajos, que en mi opinión, van desde lo mediocre hasta lo increíble; Marvel ha llegado salas de cine por todo el mundo. Y tiene planeado hacerlo hasta el 2020 y probablemente, durante varios años mas.
Como todos sabemos, existe una eterna rivalidad entre las dos grandes casas editoriales de historietas mainstream, DC Comics y Marvel Comics. Y, obviamente viendo el éxito de las películas basadas en los personajes de Marvel, DC no se podía quedar atrás. Y aunque la producción de películas de sus personajes se siente como si nunca hubiera parado, hablando de la fallida Superman Lives y pasando por la poco valorada Superman Returns (2006); no fue sino hasta el año 2013 en el que DC puso su granito de arena para aumentar el volumen de superhéroes en la pantalla grande.
Man of Steel (2013) dirigida por Zack Snyder [Watchmen, Sucker Punch, 300] fue la película que, sin nosotros saberlo, inicio el DCEU (Universo Extendido DC). Una película interesante, con fallas pero con un estilo visual diferente a lo que jamás habíamos visto en una película de superhéroes. Un estilo casi casero que logro captar la esencia de un superhéroe que es un ser cuasi-divino y al mismo tiempo más humano que muchas personas. Teniendo muchas escenas polémicas y distintos niveles de aceptación tanto en el público como en la crítica especializada, Man of Steel llego a recaudar la nada despreciable cantidad de $668,045,518 de dólares a nivel mundial. Henry Cavill representó un Superman adecuado al nuevo siglo que va aprendiendo y poco a poco, espero, se convertirá en ese héroe que hemos conocido de toda la vida.
Fue en la San Diego Cómic Con del 2013 cuando supimos que no solo habría una secuela de Man of Steel sino que además, incluiría a Batman. La cabeza de muchos, incluida la mía, exploto con tanta expectativa.
Y en el 2014, obvio efecto de Guardianes de la Galaxia (2014), DC volvió a sorprender con el anuncio de Suicide Squad (2016) y que además, tenía planeado lanzarla en el mismo año que la ahora ya nombrada Batman V Superman: Amanecer de la Justicia (2016).
Fueron años, para mí casi tortuosos, de espera y al fin llegamos a marzo del 2016. Batman V Superman, sorprendió a todos. Para bien y para mal. Incluso yo, ávido fan de DC cómics y de Superman, me impresiono y no sabía que pensar la primera vez que la vi. Fue un producto extraño. Fue algo diferente a lo que estábamos acostumbrados a ver en los superhéroes, tanto en su manera de contar las cosas como esta visualmente presentada. Obviamente, no fue perfecta y su principal falla fue el temor de los estudios de que el metraje como Snyder lo había planeado, de 3 horas, fuera demasiado pesado para las audiencias por lo que lo obligaron a editarla y en esos casi 40 minutos que se le removieron perdió mucha coherencia y las fallas del guion se hicieron fallas al nivel casi tectónico. Fue una película diferente dentro del género, una producción cinematográfica inteligente. Y por eso, para mí, es la mejor película de superhéroes del año. Y la versión extendida, la visión de Snyder en su más puro estado, es aún mejor.
En agosto recibimos a los villanos, continuación indirecta del universo expandido, David Ayer [Día de Entrenamiento, Corazones de Acero] presento un filme que a pesar del, en general, buen recibimiento, la considere increíblemente mediocre. Es decir, una película que desentona mucho con el tipo de cine que DC venia entregándonos. Un filme simplista, carente del sentimiento épico que DC siempre se ha caracterizado por inundar tanto sus comics como sus nuevas películas. Un cine demasiado típico, vacío y superficial pero sorprendemente entretenido. Si puedes olvidar todos los clichés, estereotipos y huecos la película termina entreteniéndote y como fan de DC disfrutas aún más los guiños que Ayer nos regaló.
Y se acabó el 2016.
Llegamos al 2017 con la expectativa de la primera gran producción cinematográfica con la mujer maravilla de protagonista. Una película que promete-con Gal Gadot en el papel estelar-a pesar de que su Diana Prince dejo que desear en Batman V Superman, los minutos de Wonder Woman que recibimos fueron esplendidos. Esperemos no nos decepcione.
Y, como plato fuerte, DC en 2017 nos regalara en la pantalla grande al grupo de superhéroes que es básico cuando se habla de dichos grupos. La Liga de la Justicia, su primera parte, llegara a la pantalla grande a finales del próximo de la mano de la persona que nos trajo Man of Steel y Batman V Superman, Zack Snyder. Las cartas están sobre la mesa, en estos momentos, la filmación se encuentra en su etapa final, ya se ha presentado un pequeño adelanto y ha fascinado. Con Geoff Jhons, director ejecutivo de Dc Comics y escritor que muchos fans adoran por su etilo a la vieja escuela y al mismo tiempo nuevo, la película parece alejarse un poco del tipo oscuro que con el cual Snyder parece haberse enamorado cuando hizo Watchmen (2009) y acercarse un poco a un tono más ligero característico de Marvel con la intención de atraer más a las masas y ser un poco más similar al estilo que todos parece amar. Esperemos y este estilo no sea tan cercano a Marvel y que DC conserve la sensación de ser un cine más inteligente y con un estilo diferente de tratar a los superhéroes y sus películas.
En fin, fue un año interesante para el cine de superhéroes y un año con subes y bajas si eres fanático de DC pero el futuro se ve brillante. Los productores, escritores, guionistas y directores parece estar aprendiendo de sus errores y Dc en el cine promete. Y promete mucho. El viaje desde que Donner nos hizo creer que el hombre puede volar hasta Snyder en su Justice League ha sido largo pero es un viaje que a mí me encanta tomar y espero a ustedes también.
Up, up and away.
